miércoles, 2 de junio de 2010

Oscar Masotta   por Graciela Musachi
Nació en Buenos Aires el 8 de enero de 1930. Murió en Barcelona (España) el 13 de setiembre de 1979. En un trabajo autobiográfico que alguna vez escribiría (no lo hizo) y del que adelanta unas líneas en Roberto Arlt, yo mismo, el propio Masotta indica cómo comenzar su biografía: "Pero yo quería ser histórico. O bien: sabía que lo era. ¿Pero cómo convertirse en eso que uno es? No había otra manera que ésta: darse una vocación. Lo hice a los veintiún años: sería escritor". Es que estaba seguro –afirma- de que tenía algo que decir. Una relación particular al lenguaje y la palabra es su elección. Ciertas "coordenadas reales" (una enfermedad a raíz de la muerte de su padre, la debacle económica, su relación de compromiso con sus relaciones intelectuales, etc.) lo conducen en cierto momento a un viraje en su relación a lo que él mismo define como las cuestiones fundamentales que ceñían la vida del intelectual de su tiempo: la política y el saber, El año de ese cambio lo sitiamos en 1959; las "coordenadas reales" se anudan a un encuentro que lo situará de allí en más en el campo del psicoanálisis. De este encuentro testimonia su texto "La fenomenología de Sartre y un trabajo de Daniel Lagache (revista Centro, Nº 13). Aparece ya en ese titulo planteada la elección que fue la de Masotta (según cita a Bernard Pingaud enConciencia y estructura: de 1945 a 1960 "ya no se es más existencialista , se es estructuralista". Masotta fue, hasta principios de los 60 -es verdad-, sartreano, admirador de Merleau-Ponty y de su escritura. Fue, de hecho, filósofo, como se puede haberlo sido en los 50-60. De allí su definición de las dos cuestiones fundamentales aludidas. Empero, su participación en la revista Contorno en esa época muestra su singularidad. La revista reunía nombres como los de David e Ismael Viñas, R, Kusch, J. J. Sebreli, Carlos Correas, en lo que era la convivencia de críticos del liberalismo con nacionalistas, marxistas, etc. Masotta constituía una cierta provocación a un estilo de intelectual argentino que no soportaba su acercamiento al peronismo, su implicación en las actividades del Instituto Di Tella (happenings, etc.), su libro sartreano para analizar a Arlt (Sexo y traición en Roberto Arlt), su levystraussiismo e incluso su progresiva inserción en el campo del psicoanálisis. Es evidente que el trabajo intelectual de Masota no se reducía a la filosofía: crítica de arte, semiología, medios de comunicación. Un libro como La historieta en el mundo moderno (1970) permite captar la dimensión anticipatoria del intelectual cuando tiene una relación de elaboración del saber que produce la cultura; esto es: que sabe que el marco del saber es la ignorancia. En el campo de la historieta, la revista LD y la creación, proyecto y co-dirección de la Bienal Mundial de la Historieta en 1966 inició una serie que hoy es ya clásica en el mundo. Investigaciones y enseñanza de semiótica en la Facultad de Arquitectura y Urba nismo de en la Universidad de Buenas Aires, conferencias en el Museo de Arte Moderno de New York y en el Instituto de Altos Estudios Latinoamericanos de la Universidad de París.
El citado Conciencia y estructura (reunión de ensayos de 1955 a 1967) es un libro donde asistimos a su "evolución intelectual", dice Oscar Masotta. Es verdad, es la elec ción documentada: o conciencia o estructura. En el punto en el que el viraje lo lleva al campo del psicoanálisis podemos situar al sujeto y a su época con las palabras de Advertencia de Masotta en su libro: " ...en un país casi sin filósofos, casi sin crítica estética, casi sin revistas, casi sin crítica intelectual ni confrontamiento de ideas; brevemente, en un país casi sin memoria, los ensayos reunidos constituyen un excelente apoyo, un buen ‘ayuda memoria’..."
Un Homenaje a Oscar Masota (Ed. Paradiso, 1979) precisa algunos momentos en la entrada de Masotta en el campo del psicoanálisis y en la incidencia que su deseo tuvo en la constitución de ese campo en la Argentina: 1959 (un hallazgo), 1964 (una disertación), 1969 (lo instituyente), 1974 (lo instituido). El hallazgo de 1959 (su artículo "La fenomenología de Sartre y un trabajo de Daniel Lagache") marca su encuentro con la enseñanza de Lacan. Enrique Pichon-Rivière, psicoanalista de la asociación psicoanalítica oficial (IPA) que había expulsado a Lacan de sus filas, es quien promueve ese encuentro regalando a Masota los Seminarios de Lacan que dormían en su biblioteca. Es que, como Charcot a Freud, Pichon le enseñó a Masotta lo que él mismo no sabía (v. La entrada del psicoanálisis en la Argentina, de Germán García). La institución oficial repudiaba el nombre y la enseñanza de Lacan por haber querido despertarla de un sueño del que el psicoanálisis mismo era la víctima: el psicoanálisis no es la pastoral que los pos-freudianos acunan viene a decir Lacan, sino una constatación honrada de que el ser que habla goza de algo que no es su propio bien. Más allá del principio de placer freudiano. La función y el campo de la palabra y el lenguaje adquieren así, para la orientación lacaniana, todo el peso de la causa que la institución oficial había "olvidado". Pichon-Rivière se "expulsó" luego de esa misma institución oficial y, en 1964, Masotta habla por primera vez en público de psicoanálisis en el Instituto de Psiquiatría Social que Pichon acababa de fundar. "Jacques Lacan o el inconsciente en los fundamentos de la filosofía": su conferencia expone que el "retorno a Freud" que Lacan propone como causa para el psicoanálisis, ya es también causa para Masotta. Es así que esa causa deviene para él la constitución de un grupo que responda por su lectura de Jacques Lacan (ver. "Oscar Masota: 1939-1970", Germán García en revista Escansión, Nº 2). En 1969 el grupo responde: realiza un Congreso Lacaniano cuyos trabajos publica la r evista Cuadernos Sigmund Freud que Masotta funda y dirige hasta su Nº 7. También crea y dirige Los casos de S. Freud, una colección de la editorial Nueva Visión. Cursos en el Instituto Di Tella (publicados como Introducción a la lectura de J. Lacan, 1974); seminarios en la Facultad de Psicología de la Universidad de Buenos Aires y en 1974 la fundación de una escuela de psicoanálisis inmediatamente antes de dejar el país, producto de sus "coordenadas reales". Viaja a Londres y luego a Barcelona donde funda la Biblioteca Freudiana de Barcelona, y en Galicia, la Biblioteca Gallega de Estudios Freudianos. Además de Ensayos lacanianos y Lecciones de introducción al psicoanálisis (editados en España) publica la revista Textos y promueve y conduce grupos de estudio de psicoanálisis en Barcelona, Madrid. Málaga, Valencia, Vigo, etc. Que se entienda que lo que esa "evolución intelectual" muestra es que Masotta era un practicante del psicoanálisis en todos los sentidos a que obliga el sintagma. Un practicante del psicoanálisis con un deseo decidido que hoy nos permite hablar de 40 años de Jacques Lacan en la Argentina; esto es: de un futuro para el psicoanálisis en la Argentina, y aún más. Es J. A. Miller quien ha usado el adjetivo "asombroso" para referirse a aquel gracias a quien Lacan ha traspuesto las fronteras de Francia. Es que no sólo Masotta ha viajado llevando consigo su deseo de psicoanálisis sino que muchos que se formaron con él contribuyen a extender la enseñanza de Lacan en todo el mundo. Sí, Masota no podía no ser histórico ya que todos lo somos. Pero además él lo fue en el sentido en el que el historiador alemán von Ranke definehistórico: lo que produce influencia. (Graciela Musachi)

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